
La primera vez que escuché este término fue a finales de los noventa,
cuando un familiar que contraía matrimonio, se vio obligado a invitar a diferentes
tipos de personas. Sabía de antemano, que los invitados no irían adecuadamente vestidos
al evento. En la invitación hizo constar: “hombres: media etiqueta /mujeres: traje
de cocktail”

Los códigos de vestimenta, están también en nuestra vida cotidiana, hay empresas
en las hay que usar corbata corporativa o no se puede ir en vaqueros.
En eventos como bodas o fiestas especiales, hay quienes te marcan como hay
que ir, especificando en las invitaciones un dress code determinado. De esta
forma te aseguras que el 95% de los asistentes irá adecuadamente.
Hace un tiempo acudí a una fiesta de aniversario, en la que el dress code, era James Bond. De esta forma solo tienes que pensar en ir muy elegante y llevar una guapa acompañante no menos elegante, acorde con la saga 007.
Hace un tiempo acudí a una fiesta de aniversario, en la que el dress code, era James Bond. De esta forma solo tienes que pensar en ir muy elegante y llevar una guapa acompañante no menos elegante, acorde con la saga 007.
Aunque no todos los anfitriones emplean estos códigos de etiqueta, hay eventos
en los que no sabes por dónde empezar, bien por ubicación, por la personalidad
de los contrayentes o por no querer ir overdress y ser el blanco de todas las
miradas. Esta situación la viví hace no mucho y opté por usar el sentido común
e ir acorde a la situación.
Siempre hay que ser fiel a uno mismo y elegante en cualquier situación. Sin
duda, un dress code más que una imposición, como muchos la ven, a menudo suele
ser una de las mejores ayudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario